Calendario

Calendario completo del primer equipo de fútbol, RM Castilla y primer equipo de baloncesto. Hora de Madrid. Se irá actualizando a medida que se conozcan las fechas y horas exactas.

sábado, 19 de junio de 2010

Mundial 2010: Día 8, el cáncer arbitral

Desgraciadamente, el octavo día de competición de la fase final del Mundial 2010 ha estado protagonizado por los árbitros. Todo buen árbitro sabe que la mejor actuación que un colegiado puede realizar es aquella en la que pasa desapercibido. Sin embargo, sinvergüenzas como Undiano Mallenco, si no son los protagonistas de lo que pasa, no están satisfechos.

Entre el de Pamplona (al que según Michael Robinson, lo más suave que llamaron ayer desde los micrófonos internacionales fue "payaso") y Coulibaly, árbitro de Mali que ratificó lo que todos los madridistas ya sabemos (que en ese país lo más redondo que han visto es una lanza) los árbitros influyeron negativamente en la posible clasificación para octavos de dos equipos, Alemania y Estados Unidos que por fútbol y ocasiones merecieron la victoria.


Siguiendo el orden temporal, comenzaremos por el Alemania - Serbia. Los alemanes no comenzaron de forma tan arrolladora como en su primer partido frente a Australia, entre otras cosas porque Serbia, muy ordenada, planto cara desde el principio. Özil estaba bastante bien sujeto y, para desgracia germana, Schweinsteiger y Khedira eran los futbolistas alemanes que más tiempo tenían el balón en sus botas.

Sin embargo, poco a poco Alemania impuso su ritmo y fue empujando hacia atrás a los serbios. La potencia de esta selección es tremenda y, cuanto más cercaban la portería rival, más pudimos ver a los dos mejores futbolistas de este equipo, el citado Özil y Müller con el balón.

Las ocasiones comenzaron a llegar. Incluso Klose llegó a marcar un gol, anulado por estar ligerísimamente en fuera de juego (para según que cosas Undiano Mallenco y Fermín sí estaban finos). Por cierto, destacar de esta jugada la precisión con la que el delantero alemán definió por el pie, demostrando que no sólo vive de sus hábiles prestaciones en el remate de cabeza.

Conforme pasaban los minutos, estaba claro que el partido iba a caer del lado de los alemanes. Serbia cada vez tenía menos el balón y todo el juego se desarrollaba en su campo. Hasta que Undiano Mallenco decidió arrastrar el prestigio de España por los suelos y hacerse el protagonista, señalando dos cartulinas amarillas a Klose en muy poco tiempo, absolutamente vergonzantes y bochornosas. Para empezar son acciones no merecedoras de tarjeta, pero si el árbitro navarro hubiera seguido en esa línea, media Serbia debería haber sido expulsada del terreno de juego.

No sólo los que se visten con la camiseta roja, quienes hipócritamente hacen como que representan a nuestro país (lo siento mucho, pero ningún español puede sentirse representado por gentuza como Puyol, Piqué y alguno más, dado el odio que profesan a nuestro país) abochornan a nuestro fútbol con un partido calamitoso; el balompié español también se ve perjudicado por un árbitro que lleva años demostrando ser el digno sucesor de Celino Gracia Redondo y Antonio Jesús López Nieto, es decir, tipos que han hecho carrera manipulando y arbitrando en función del mejor postor. Y quien diga que no existe Villarato, que se vuelva al país de Alicia en busca de la madriguera del conejo, porque no vive en el mundo real.


Olvidando por un momento que lo realmente importante en fútbol, en los últimos tiempos, es lo extradeportivo, me centraré en lo que hizo Alemania, desde la expulsión de Klose, hasta el minuto setenta de partido, momento en que Joachim Löw metió la pata con los cambios. No hacía ni un minuto que el anonadado Klose se había retirado del campo cuando, en plena crisis por la estúpida y aberrante decisión de Undiano de cargarse el partido, Serbia marcó su gol, aprovechando un importante desajuste en la defensa germana: balón bombeado buscando la cabeza de Zigic, que estaba defendido por Lahm (32 centímetros más bajito); Mertesacker, trotando de forma torpe y lenta hacia atrás, llegó muy tarde a la ayuda, dejando solo a Jovanovic en la frontal del área pequeña; Zigic centró al citado jugador serbio y éste marcó a placer. Mertesacker jamás debería haber ido a ayudar a Lahm, por la sencilla razón de que el pase no llevaba fuerza, por lo tanto, un posible remate a puerta con la testa habría sido ridículamente flojo. De hecho el propio central alemán posibilitó la única oportunidad que Serbia tenía de terminar esa jugada en gol, al habilitar la posición de Jovanovic.

A partir de aquí, dominio alemán. Los teutones se olvidaron de que estaban con diez, echaron el balón al suelo, comenzaron a hilvanar jugadas y las ocasiones de gol comenzaron a sucederse. ¿Cómo paraban los serbios a los alemanes? A base de contundentes faltas. ¿Con cuántos jugadores sobre el terreno de juego terminó serbia? Con los once. ¿Por qué no expulsan de una vez a Undiano Mallenco del arbitraje? Porque entonces habría justicia en el fútbol y ésa no es la realidad.

Alemania podía haber llegado con empate al descanso, con un formidable trallazo de Khedira al poste, pero ayer la suerte no estaba con los alemanes. En la segunda mitad, durante veinticinco minutos, el acoso alemán fue terrible. Sin embargo, casi todas las jugadas terminaban en Lukas Podolski que fallaba más que una escopeta de feria. El alemán está horrible, pero debe de ser como Puyol en España, que juega por decreto aunque consiga que nos echen del mundial.


De pronto llegó el penalti (foto), la ocasión que tanto esperaba Alemania para empatar. La jugada fue tan clara que ni siquiera el infame Undiano pudo evitar pitar la pena máxima: Vidic, al igual que Kuzmanovic en el primer partido frente a Ghana, se estiró cual felino guardameta y despejó con la mano un balón que no entrañaba peligro inmediato. ¿Qué les pasa a los defensas serbios? Porque dos manos tan descaradas y sin sentido en dos partidos consecutivos de mundial, no es normal. ¿Quién tiró el penalti? El jugador menos indicado dada la tarde que llevaba: Lukas Podolski. ¿Y qué sucedió? Que Stojkovic, reivindicando que también hay buenas actuaciones de guardametas en este campeonato, se lo paró.

En el minuto 70 Löw decidió efectuar dos cambios para refrescar al equipo y hundió a su selección. En lugar de sentar a Podolski, quitó del terreno de juego a sus dos mejores figuras (Özil y Müller) para dar entrada a un delantero (Cacau) y un hábil futbolista de toque (Marin, en la foto inferior). No dudo en que Löw debió de pensar que Ózil y Müller estaban cansados, pero hubo un antes y un después en la segunda mitad con el cambio, pues Alemania dejó de llegar con claridad al área serbia.


A falta de diez minutos el seleccionador alemán sustituyó a un defensa por el delantero Mario Gomez, jugando con un arriesgado 3-4-2 (la derrota no le servía de nada) pero el marcador no se movió. Así pues, Alemania 0 - Undiano Mallenco 1, con la consecuencia de que el nombre de España no para de ser arrastrado por el fango en este mundial.

Después llegó el turno de Estados Unidos, posiblemente la selección que mejor fútbol está llevando a cabo en el grupo C. De entrada se vio que los norteamericanos iban a llevar el peso del juego, aunque los eslovenos, muy bien plantados tácticamente, trataban de sorprender a las contras.

Así llegó el primer tanto, demostrando que en el fútbol son tan importantes las incursiones por banda como los movimientos sin balón entre líneas (esos que tantas y tantas veces ha hecho don Raúl González Blanco, alguien que sí representó a España cuando portaba la elástica roja y que casi nunca le han sido reconocidos). Birsa, futbolista del Auxerre que posee una zurda prodigiosa, se desmarcó en línea de tres cuartos, recibió y fusiló desde fuera del área al cancerbero Howard con un chut tan potente como colocado, con folha seca y efecto de derecha a izquierda, que entró inmisericorde por la escuadra. Para mí uno de los mejores goles que he visto en este mundial. Creo que a Birsa le queda muy poco tiempo en la liga francesa. ¿Lo fichará Monchi para el Sevilla? Habida cuenta de su olfato para reconocer futbolistas con clase, no me extrañaría nada.


Estados Unidos, lejos de hundirse, plantó cara, siguió con la posesión del esférico y creó todo tipo de jugadas de ataque. Unas veces eran combinaciones, otras entradas por banda y otras a balón parado, el caso es que los norteamericanos se comportaban como una máquina perfectamente engrasada y la lógica decía que en cualquier momento llegaría el empate. A destacar la verticalidad que futbolistas como Bradley (hijo del seleccionador que juega en Estados Unidos por derecho propio y no por ser el hijo de papá) y Donovan ofrecen a este equipo (ésa que todavía no hemos visto a Gerrard y Lampard en Inglaterra).

Pero el fútbol es caprichoso y cuando mejor estaban jugando los estadounidenses, llegó el segundo gol esloveno en una contra, resuelta con mucha elegancia por Ljubijankic (pronunciad sus últimas dos sílabas, pensad en Estados Unidos y veréis qué risa) levantando la cabeza y esperando el movimiento del portero para batirlo por bajo (foto). Estoy tan acostumbrado a ver al jugador más sobrevalorado de la selección española, Villa, chutar al muñeco, que ver este tipo de acciones me emociona.


Con dos goles en contra y un árbitro que cada vez que había muchos jugadores norteamericanos en el área de Eslovenia pitaba peligro (ha sido una vergüenza similar a la de Undiano Mallenco) parecía que Estados Unidos se iba a hundir, pero qué va. De la mano de un prodigioso Donovan (un media-punta con muchísima clase) el equipo americano se ha repuesto y los goles han comenzado a caer.

El primero del propio Donovan, un golazo teniendo en cuenta que casi no había espacio material para marcar. El media-punta norteamericano avanzaba por la derecha sin encontrar posibilidad para el pase, hasta que prácticamente ha llegado a la línea de fondo. Desde allí y sin casi ángulo, ha perforado por la primera escuadra la meta de un más que acongojado Handanovic, que parecía aterrado ante la posibilidad de que Donovan lo fusilase. De hecho, aunque ha sido un golazo, hay que reconocer que con otro portero el balón no hubiese entrado.

El segundo lo ha transformado Bradley, al hacerse con un balón dentro del área y rematar por encima del portero esloveno.


Al final del partido ha llegado la traca del árbitro Coulibaly. En una acción a balón parado, sacada una vez más de forma magistral por Donovan (lo repito, qué clase tiene este futbolista) con todos los defensas de Eslovenia agarrando descaradamente a todos los atacantes norteamericanos para no dejarles rematar (vamos, que podían haber llegado a pitar hasta cuatro penaltis) Edu logró soltarse de su par y remató a gol en posición correcta. El colegiado lo anuló vaya usted a saber por qué, dado que ni había fuera de juego ni los norteamericanos cometieron falta (en todo caso, como ya he dicho, hubo varios penaltis). De hecho, con el pitido final, hubo que sujetar a varios futbolistas de Estados Unidos que se iban derechitos a por el árbitro.

Capello y los suyos, desde luego, deben estar muy agradecidos al malí Coulibaly (había que hacer un paquete con este sujeto y Diarrá y enviarlos a Marte) porque si Estados Unidos es el equipo que mejor fútbol practica en el grupo C, Inglaterra es, de lejos, el peor. Y eso si llegamos a considerar fútbol lo que hacen.


Decía Fabio Capello después del partido que no reconoce a su equipo. Y digo yo, ¿quién tiene la culpa de colocar a Gerrard y Lampard en horizontal treinta metros por detrás de sus posiciones naturales? ¿Quién tiene la culpa de jugar con Heskey, que no para de entorpecer a Rooney, en lugar de utilizar como compañero de ataque a Defoe o Crouch, con los que el del Manchester se entiende mucho mejor? ¿Quién tiene la culpa de insistir con el cegato y chupón Lennon (cero en visión de juego) en banda derecha? ¿Quién tiene la culpa de que su mejor jugador de banda, Wright Phillips, nunca sea titular? Señor Capello, usted no reconocerá a este equipo, pero yo sí, porque veo un montón de similitudes con las atrocidades que usted cometió en su último año en el Real Madrid.

Voy a dedicar muy poco tiempo al análisis de este partido, primero porque ya me he extendido demasiado por culpa de los pésimos árbitros y segundo porque hay muy poco que valorar. De hecho se podría resumir como: Aburrimiento al poder. Argelia intentó jugar al fútbol durante un ratito, pero le duró poco. Por su parte, Inglaterra hundió a sus mejores jugadores con ese estilo de "¡¡¡POR FAVOR, QUE EL BALÓN NO PASE POR EL CENTRO DEL CAMPO!!!".


Rooney terminó completamente asqueado. Al final ya pasaba incluso de correr y hablamos de un futbolista implicado como pocos. Beckham, en el banquillo, no paraba de demostrar su frustración con todo tipo de gestos. Su lesión es, posiblemente, la que más haya afectado a una selección en este mundial, ya que parece ser el único centrocampista con talento de todo lo que ha llevado Capello. Y Gerrard y Lampard, ¿qué queréis que os diga? No se puede poner a un futbolista, por bueno que sea, a hacer cosas que no sabe. Si al menos Capello los dispusiera en vertical, uno treinta metros por delante del otro, a lo mejor la cosa funcionaba mejor. Con lo que tiene, yo sacrificaría a Gerrard por detrás de Lampard, únicamente porque lo veo más capaz en esa posición y trataría de aprovechar el talento ofensivo del media-punta del Chelsea, en combinación con Rooney y Defoe. Pero yo no soy el seleccionador inglés, así que tendremos que soportar a Capello una vez más.


Sobre la polémica en la portería inglesa, Capello cambió al guardameta. No es que David James sea una maravilla, pero teniendo en cuenta todas las acciones complicadas que le liaron tanto Carragher como Terry (repito, ¿qué le ven a John Terry para ser titular con Inglaterra?) menos mal que hubo cambio de guardameta, porque no sé si los nervios de Green habrían soportado tanta tensión. Eso sí, "Calamity James" (a quien no apodan así por casualidad) a sus casi cuarenta años, debería empezar a pensar en dedicarse a otra cosa porque alguna de sus acciones provocó carcajadas generalizadas en un estadio con mayoría de aficionados ingleses. Carcajadas que, al final del partido, se convirtieron en abucheos, ya que como he dicho, el fútbol propueso por Capello y los suyos es un insulto para este deporte.


Terminamos con el jugador de la jornada: Landon Donovan (nada que ver con Mike Donovan de la serie de televisión v. Lo hace todo bien: muy buena visión de juego, magnífico toque de balón, un auténtico perfeccionista en las acciones a balón parado (vamos, que saca las faltas como los ángeles) y, sobre todo, un auténtico líder que supo motivar en todo momento a su selección, además de echarse el equipo a la espalda retrasando su posición en el campo, para remontar un marcador de dos goles en contra. Lo que darían los ingleses por tener en sus filas a alguien como él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El Real Madrid ve las orejas al lobo

El Real Madrid empata a 2 contra el Valencia,  en la segunda jornada de liga, en el primer partido  de esta temporada disputado e...