Calendario

Calendario completo del primer equipo de fútbol, RM Castilla y primer equipo de baloncesto. Hora de Madrid. Se irá actualizando a medida que se conozcan las fechas y horas exactas.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Champions 2010/11 - Jornada 4


Calentito, muy calentito está el madridismo con el señor Howard Webb. Hablamos del mismo patán que arbitró el España - Suiza del último mundial (¿recordáis cómo fue el gol de los suizos?), que también pitó la final de la Champions (Van Gaal no terminó, precisamente, satisfecho con su actuación de aquel día) y fue responsable de no expulsar a De Jong, en la finalísima del Mundial de Suráfrica, cuando casi destroza a Xabi Alonso con una patada a lo Bruce Lee, pero más bestia.

¿Por qué está considerado este infecto ser el mejor árbitro del mundo? Muy sencillo: hace lo que FIFA y UEFA le ordenan sin ningún pudor. Y claro, para Platini y toda la gentuza que puebla los altos cargos de estos organismos, mejor que mejor, ya que así pueden manejar a su antojo todo lo que suceda en sus competiciones (lo mismo que hicieron con Obrevo para que el Barcelona no cayese estrepitosamente ante el Chelsea en semifinales de Champions, en su supuesto gran año futbolístico).

Esto es una vergüenza. Un ultraje de ámbito internacional. El Real Madrid practicó ayer un fútbol de escándalo y así fue parado, con un arbitraje de escándalo. Gattuso debió haber sido expulsado no una, sino varias veces ya en los primeros cuarenta y cinco minutos. Por su parte, el autor de los dos goles locales, Inzaghi, nada más entrar en el campo agredió a Xabi Alonso, a unos cinco metros del árbitro asistente, que estaba mirando la acción (comprobadlo en las repeticiones televisivas) y a una distancia similar al colegiado principal, completamente de cara a la acción. ¿Roja? Pues va a ser que no, parece ser que a Webb le parece bien que inflen a palos al bueno de Xabi. ¿Y qué me decís del número 20 milanista? El lateral Abate salió con la misión de desquiciar a Cristiano Ronaldo al coste que fuere. Debió haber sido expulsado por agresión primero y por doble amarilla después, pero ni una ni otra. El caso es que logró éxito en su cometido, ya que anoche Ronaldo estaba más a darse de tortas con Abate que a jugar al fútbol.

¿Por qué entonces dice Mourinho que le gustaría tener a Webb en todos los partidos? Porque es un árbitro UEFA y es casi seguro que nos lo volvamos a encontrar. ¿Qué es mejor, cargar contra él o allanar el camino para un próximo arbitraje? Mourinho es muy listo y ha hecho lo que debía, pero el madridismo se acoge a una frase que ha pronunciado hoy Tomás Roncero: "Manda Webbos".

Y es que manda Webbos que el Real Madrid pase por encima al Milán y sólo se hable del árbitro. Manda Webbos que con el baño que les metimos ayer sigamos con la negra en este estadio, donde sólo hemos ganado en partido no oficial (¿recordáis la manita que Guti y compañía le endosaron en su centenario?). Y manda Webbos que, pareciéndonos a aquel Milán de Arrigo Sacchi que tan perfectamente elaboraba la táctica del fuera de juego, estuviéramos a punto de perder porque al señor juez de línea no se le pasó por los mismísimos Webbos, pitar un fuera de juego de Inzaghi, en el que incurrió por más de metro y medio. ¡MANDA WEBBOS!

Terminado ya mi lícito recurso al pataleo, he de decir que nuestro Real Madrid cada día juega mejor. Los que temíamos, con la llegada de Mourinho, un Madrid a lo Inter de Milán (confieso que fui uno de ellos) afortunadamente podemos admitir que nos equivocamos del todo. Los primeros veinte minutos de anoche fueron de un fútbol espectacular: el Milán no nos inquietaba dada la perfección con la que ejecutábamos la suerte del offside y el Real Madrid iba a ocasión de gol cada cinco minutos.

Los locales estaban totalmente amedrentados, porque la diferencia de clase, calidad, juventud, físico, táctica y todo entre uno y otro era abismal. ¿Qué pasó entonces? Por un lado el anormal de Webb y, por otro, la falta de puntería. Eso en la primera parte, claro, porque en la segunda los males fueron otros.

Este Real Madrid debe aprender de una vez por todas a tener oficio. Si en la segunda mitad vas por delante en un partido de Champions, has de aprovechar la ventaja. El Milán es el Milán, que nadie dude de que Milán y Real Madrid son los dos mejores equipos de la historia del fútbol. Sin embargo necesita urgentemente un recambio de su vieja guardia, lo mismo que evidenció la selección italiana en el último mundial. Con el resultado a favor, ¿por qué no retrasar un poco las líneas, dejar que se estiren, que traten de llegar a nuestra portería y entonces matarlos a la contra? Cristiano, Higuaín y Di María, tres flechas fulgurantes que podrían haber hecho estropicios si hubiera habido huecos. Pero no, el Real Madrid se dedicó a hacer ronditos en la segunda mitad, como si quisieran imitar al torpe Barcelona, que aburre y aburre con contínuo fútbol horizontal (que nadie se confunda, jogo bonito no es buen fútbol y el Barcelona practica lo primero).

Es que resulta incomprensible que, con ventaja en el marcador, te cacen en un contragolpe y te empaten. Vale que Pepe resbaló (por cierto, dos partidos consecutivos de Pepe para olvidar, a ver si capta el mensaje: perdemos, te quito del campo y el resultado mejora) y vale que Casillas no suele cometer esos fallos de posicionamiento (se comió un poquito el balón por adelantarse demasiado al pase) pero nos pillaron a la contra y eso, con ventaja en el luminoso, no es de recibo en un equipo campeón.

Por cierto, no quiero olvidar hablar del primer gol: Ramos, perfecto todo el partido, se adelantó a un pase del rival, recuperó el balón y montó el contraataque. Después Di María se encargó de centrar al corazón del área, a un hábilmente desmarcado Higuaín, que batió raso y de tiro cruzado al meta local.

Mientras Mourinho estallaba en chispas porque los suyos no terminaban de hacerle caso, llegó el segundo en un flagrante fuera de juego. ¿De qué nos sirve aplicar bien esta táctica si la rompe el árbitro? ¿Qué habría sido del recordado Milán de Arrigo Sacchi con asistentes tan demencialmente tarugos como los del señor Webb?

El atentado cometido contra el fútbol anoche hubiera sido ya tremebundo si el Real Madrid no hubiese empatado en el descuento, porque desde que el Milán marcó el segundo, Webb permitió a los locales perder todo el tiempo del mundo de una manera tan, tan, tan descarada, que llegué a pasar vergüenza ajena. Gattuso dos minutos en el suelo fingiendo un tirón (porque luego bien que daba saltos creyendo que nos ganaban), Pirlo se tiró casi cinco minutos con otra bochornosa interpretación de una lesión. En cuanto podían, un italiano al suelo. Un bochorno monumental para uno de los mejores equipos de este deporte. ¡Qué pena!

Mou había dado entrada a Pedro León y Benzemá y he aquí que los otrora castigados, resolvieron el partido. Benzemá centró a León, desmarcado dentro del área y éste fusiló por bajo a Abiatti. Empate a dos, lloros en Milán, clasificación obtenida (cosa que no logró Guardiola, que demostró su cobardía, falsedad y maldad cuando se encaró con Sobakken, técnico del Copenague y tuvo que huir lastimosamente para no ser apaleado por éste) y miedo metido en el cuerpo a nuestros rivales.

¿Por qué miedo? Porque cualquiera que viera el partido y no fuera un descerebrado, se daría cuenta de que el Real Madrid llegó a meter al mismísimo Pirlo en su portería. Porque las ocasiones se sucedieron por doquier y porque, de no haber sido por un árbitro que parece odiar a España y todo lo que representa, el Real Madrid habría dado un serio correctivo al Milán.

En fin. Sólo espero que se centren, que sigan en esta línea y que alguien dé un importante tirón de orejas a Cristiano Ronaldo, porque lo de fingir faltas y hacer el estúpido en el campo, es propio de Dani Alves, no de un buque insignia del Real Madrid.

Este año, campeones.

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