Aunque suene a tópico…más de lo mismo: 10 contra 14 pero de lo que se hablará será de un penalti no señalado a favor del Barça y no del distinto rasero de medir a ambos equipos. Ya lo escribí en jornadas anteriores, Muñiz iba a prepararle el camino a Undiano para el miércoles. Ya nos podemos preparar. Será misión imposible ganarles porque no nos dejaran. La poltrona de Villar fue lograda gracias al voto del esquirol, calzoncillos Lapuerta, y la mentalidad separatista del presidente, supongo, de la RFEF, que se siente representado por los culés, anti-españoles por naturaleza, hace el resto. Pésimo arbitraje del asturiano Muñiz Fernández, de los peores de la categoría, pero que sí sabía bien lo que se hacía: debilitar al Madrid todo lo posible para la final del miércoles y dejar sentenciada la liga.
Analicemos la primera jugada polémica, minuto 26. Villa va a un balón hacia el área pequeña y Casillas sale a taponar el posible remate del azulgrana. El jugador asturiano, cayéndose, logra tocar con la puntera el balón, antes que Casillas, y busca el contacto con el guardameta terminando en el suelo. Muñiz señala saque de puerta pero no amonestó al delantero por dejarse caer y simular falta máxima. Esto es lo que entiende el colegiado. La verdad es que bien pudo señalar penalti.En el minuto 51 no dudó en señalar el penalti, de Albiol a Villa, y de mostrarle la cartulina roja al defensor. A primera vista nada que objetar pero, si se ralentiza la jugada, se observa un ligero contacto, ¿voluntario?, de Villa sobre la pierna izquierda de Albiol cuando éste intenta despejar el esférico en primera instancia. Luego hay un ligero forcejeo entre ambos por lograr ganar la posición y finalmente el defensor lo agarra por el cuello y derriba al delantero.
Hubo otra jugada polémica dentro del área visitante de la que nadie se hace eco y que bien se podría haber señalado penalti. Los blancos meten un balón al interior del área, despejándolo en primera instancia, Adriano, pero su despeje es interceptado por el codo de Pique, claramente separado del cuerpo, evitando que sea rematado por la delantera local. Era penalti según la recomendación de la International Board.
En lo disciplinario es donde más se le vio su parcialidad y falta de personalidad. Si bien los visitantes fueron amonestados en cinco ocasiones por dos los visitantes, la realidad es que les perdonó la 2ª amarilla a tres de ellos. El primero de ellos Pique, al que en el minuto 23 le perdonó la clara amonestación, al derribar por detrás a CR7, cuando el luso había desbordado al catalán y encaraba portería. Si lo amonesto en el 26, y tendría que ser la 2ª y su expulsión. Tampoco la vio en el 81 por sus protestas en el claro penalti señalado de Alves sobre Marcelo.
Otro que debió ser expulsado fue Adriano. Tenía una amonestación en el minuto 8 y en la segunda parte cometió otra acción de amonestación sobre CR7. Concedió la ley de la ventaja pero luego no lo amonesto y era la 2ª.
El tercero en discordia, y éste lleva así desde que nació porque su cerebro no le da para más, fue Alves. Había sido amonestado en el minuto 78 y tres más tarde cometió penalti sobre Marcelo pero fue indultado por Muñiz. Por nada quería molestar a sus jefes: Villar, Sánchez Arminio y Díaz Vega, su protector.
Por parte local, Pepe debió ser amonestado por derribar a un contrario sin balón cuando los visitantes montaban una contra muy peligrosa y en superioridad numérica. Posiblemente no se percato de la acción y el jugador termino el encuentro sin ser amonestado.
Vamos ahora con el hormonado, más conocido por "Manolito de Pamplona", y su balonazo, claramente intencionado, al público. El ejemplo de deportividad, según los panfletos culés y los anti-madridistas, ese que escupe a los rivales, ayer dio una muestra más de la clase de individuo que es: cobarde y mala persona, dando un pelotazo a los espectadores cercanos a la banda. Ahora vendrán disculpándole que no fue intencionadamente cuando todos vimos su acción. El reglamento lo recoge claramente: conducta anti-deportiva motivo de amonestación, como poco, aunque la realidad es que su acción fue de violencia y por consiguiente debió ser expulsado. Luego se hablará de los gestos de CR7.
En fin, como dice Mourinho, me gustaría jugar contra ellos en igualdad de condiciones. Ayer se dejo claro quién mereció la victoria. Las claras ocasiones de gol de unos y otros lo dicen. Con toda la posesión que tuvieron de pelota, solamente dispusieron de una ocasión.
Nilo Campo, socio nº 89506 del Real Madrid
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