Un novel con ansias de medrar

Segundo encuentro que dirige, al Real Madrid, Pérez Montero y más de lo mismo: al rival le consiento todo y al equipo blanco ni respirar. Menos mal que no vio la de Pepe, lo hubiese expulsado, y justamente. Como digo, otro más que se arrima al poder establecido mirando su crecimiento en los despachos. Es tan malo que sobre el terreno no logra ni mantenerse. Mucho arroz para tan poco pollo.

Lo cierto es que, hasta el penalti, llevaba bien la dirección del encuentro pero, en ese minuto 28, Ramos le hizo ver que le podía poner la liga en bandeja a los culés y trató de no dejar pasar la ocasión. Afortunadamente la diferencia entre los dos equipos no permitió tal injusticia deportiva.

Si bien es cierto que la acción de Sergio Ramos es merecedora de señalar penalti, no es menos cierta que en el minuto 62 Lora comete otro claro sobre Di María. Golpea el pie del argentino que cae dentro del área. La acción, aunque tonta, es clara de penalti. Otro más que se queda en el limbo, desde la campaña orquestada por los junta letras pro-culés y anti madridistas, para hacer montón con los no señalados ante el Málaga, Villarreal y Valencia. El de ayer no significó pérdida de puntos. Los otros, seis, ni más ni menos.

Como comenzaba esta crónica, en lo disciplinario permitió todas las tropelías visitantes. Canella (al final fue expulsado), Botia y Gálvez les perdonó la expulsión. Canella fue expulsado, finalmente, en el minuto 78 pero ya debió de hacerlo en el minuto 34. La falta que cometió sobre Arbeloa, y fue señalada, era merecedora de amonestación. Dos minutos antes ya había sido amonestado.

Botia tampoco debió de terminar el encuentro. En el minuto 42 entro con los dos pies por delante en plancha a Khedira. Señalo la falta pero no lo amonesto. En el 49’ tampoco fue amonestado por su agarrón descarado sobre CR7. Finalmente lo amonestó en el minuto 60.

Otro que se libró de la expulsión fue Gálvez, muy revolucionado durante todo el encuentro. Parando como podía al rival que se le cruzaba y, por reiteración, debió de amonestarlo. También por una entrada al borde del área, sobre Higuaín, que ni tan siquiera señaló. Finalmente fue amonestado en el 75’ y debería haber sido la segunda amarilla.

En el apartado técnico, junto con el penalti sobre Di María, su error más grave fue cortar una jugada de peligro al señalar fuera de juego de Higuaín cuando éste se quedaba solo delante del portero. Estaba en posición correcta ya que el defensa Damián, en el lateral, lo habilitaba.

Reseñar que en el minuto 33 amonestó al preparador físico local, Rui Faria: “por salirse de su área técnica, recriminándole una acción al equipo contrario. Efectivamente salió del área técnica para apartar al entrenador, Mourinho, que tuvo un rife rafe con el banquillo visitante.

Nilo Campo

Socio nº 89.506 del Real Madrid