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viernes, 15 de mayo de 2015

La falta de proyecto deportivo en el Real Madrid de Florentino Pérez



Reflexiones tras la eliminación del Real Madrid, por parte de la Juventus, de la UEFA CHAMPIONS LEAGUE 2014-15, la cual deja al conjunto merengue prácticamente sin opciones a títulos (la Liga está muy complicada) en la segunda temporada de Carlo Ancelotti.


El Real Madrid dijo ayer adiós a la Copa de Europa, su trofeo por excelencia, al caer eliminado ante la Juventus en un partido en el que únicamente necesitaba un 1-0, en el mismísimo Santiago Bernabéu, tras haber perdido la ida en Turín por 2-1.

Observando de manera aislada ambos partidos, uno podría pensar que la eliminación ha sido simplemente un asunto de suerte. En la ida fue increíble que el Real Madrid no llegase al descanso con 1-2 a su favor, tras un clamoroso cabezazo de James al larguero, a puerta vacía, mientras que en la segunda parte, la Juventus ganó merced a un innecesario penalti de un Carvajal pasado de revoluciones. Y después en el Bernabéu, más de veinte tiros a puerta del Real Madrid, entre ellos algunas ocasiones muy claras, pero sólo un gol conseguido y de penalti.

Es una forma de verlo. De hecho, quien así lo afirme realmente no miente. Sin embargo, creo que sería una conclusión muy simple, la cual, al igual que el ya célebre cabezazo de Sergio Ramos contra el Atlético de Madrid, en la última final de Champions, enmascararía un grave problema de fondo, que arrastra el Real Madrid de Florentino Pérez desde que retomó el mandato como presidente.

El conjunto madrileño arrastra varios problemas, pero el principal es la falta de un proyecto deportivo. La primera pista al respecto la tenemos el verano en que Florentino fichó a Mourinho. Cuando aún no estaba clara su contratación, el señor Pérez comunicó que sus opciones para el banquillo eran José Mourinho o Arsene Wenger. Es decir, dos entrenadores tan antagonistas como el día y la noche.

Florentino Pérez lleva años haciendo lo mismo: fichando estrellas. El problema es que la suma de estrellas no es sinónimo de equipo. ¿Una prueba? El Real Madrid ha ganado una liga en las últimas siete temporadas, algo inconcebible para el mejor equipo de la historia del fútbol, que además cuenta con uno de los presupuestos más elevados del mundo, para confeccionar su plantilla año a año.

Así pues, el presidente del Real Madrid compra y vende futbolistas en muchas ocasiones sin contar con los entrenadores (aunque algunas veces les hace caso) y luego pasa lo que pasa: equipos con muchas individualidades, con empuje y garra en ciertos partidos, pero con pocas ideas a pesar de terminar por generar ocasiones de gol, como por ejemplo en el partido frente a la Juve en el Bernabéu.

Eso sí no todo es culpa del presidente, ya que si bien no apuesta por proyectos deportivos (repito, una suma de estrellas no es un equipo, sino un All Star Game) un entrenador debería saber qué hacer con tanta calidad en sus manos. Pero si el entrenador es un alineador que trata de mantener contentos a todos, lo llevamos claro.

De los dos años que Ancelotti lleva al frente del equipo, realmente hemos visto tres meses de auténtico fútbol. Fueron al principio de la actual campaña, justo antes de Navidad. Bale se lesionó y Carlo optó por jugar con la siguiente medular: Isco, Modric, Kroos y James, de manera que Kroos jugaba por delante de Modric y James e Isco de interiores. Aquel Real Madrid dominaba los partidos y ganaba convenciendo, con un fútbol de categoría.

Pero llegaron otras lesiones y la recuperación de Gareth Bale. Y Ancelotti cambió el dibujo. ¿Por qué cambiar lo que mejor te ha funcionado? Porque Ancelotti es fiel a un esquema, el 4-3-3 y se ciñe a él. Lo siento, no lo entiendo. No me entra en la cabeza que un entrenador no domine todos los esquemas y tácticas que se puedan dar en un terreno de juego. Un entrenador de verdad es aquel que sabe hacer jugar a sus jugadores y se adapta a lo que tiene, en lugar de adaptar a los futbolistas a su esquema preferido.

Si no está Modric, Ancelotti mueve a Isco de su sitio, con lo que en lugar de tener una ausencia ya tienes dos y sitúa a Bale en banda, pero no como interior, sino como un falso tercer delantero. El juego del Real Madrid se resiente, se pierde equilibrio defensivo, poder en el centro del campo y el fútbol se convierte en un correcalles. Y sí, tanto a Cristiano Ronaldo como a Gareth Bale les va eso de correr y utilizar los espacios, pero ¿qué ocurre cuando un equipo se repliega y no concede huecos? Que el Real Madrid queda relegado al corazón, a la épica y a la suerte. Y así se pierden ligas y Champions.

El año pasado, el club de Chamartín perdió su ventaja como líder de la clasificación liguera contra Valladolid y Celta de Vigo. Este año frente a dos equipos que decidieron hacer rotaciones frente al Real Madrid (Athletic y Villarreal) por conceder más importancia a la Copa. Y ahí quería llegar yo, a las rotaciones. Es cierto que ha habido mala suerte con las lesiones; también lo es que la marcha por sorpresa a última hora de Xabi Alonso trastocó los planes de Ancelotti. Pero resulta que ha tenido a tres centrocampistas como Illarramendi, Khedira y Lucas Silva, casi de atrezzo. Hasta el punto de que ha utilizado a Ramos de medio centro en partidos clave.

Ancelotti ha fundido a muchos futbolistas, de tal manera que tras una magnífica primera vuelta, en la segunda, en muchos partidos, los jugadores del Real Madrid se quedaban sin gasolina durante muchísimos minutos. El ejemplo más claro se produjo contra el Barcelona, partido en que al Real Madrid le sobró media hora.

Los partidos duran 90 minutos, no 60 y las temporadas nueve meses y no tres. Eso debería saberlo el entrenador. No puedes planificar un partido contando con resolverlo en la primera mitad. Y no puedes esperar ganar una liga si el equipo está muerto físicamente en la segunda vuelta. Pero el tolerante Ancelotti se ha hecho querer por la plantilla, dado su alto grado de permisividad. Porque hemos visto a muchos futbolistas no correr en ciertos partidos, perder la concentración con mucha facilidad y ese tipo de cosas.

Obviamente el italiano no les dice que no corran, pero tampoco los mete en cintura. Y claro, un bálsamo así para los jugadores, tras el tifón Mourinho... ¿Cómo no lo van a querer?

No me quiero extender mucho más. Para mí el dato clave es "una liga en siete años". El campeonato nacional es el torneo de la regularidad. Y sólo se gana con cierta disciplina. Ancelotti no ofrece eso. Con el italiano el factor suerte tiene demasiada preponderancia y depender demasiado de ella no es bueno.

El Real Madrid necesita un proyecto deportivo de verdad, el cual debería empezar por cuidar la cantera. Después confeccionar un equipo en torno a sus mejores futbolistas, es decir, nada de once estrellas, sino una combinación de jugadores de primera y lo que en su día se denominó clase media. Un equilibrio. Para eso hace falta disciplina, es decir, que los jugadores se comporten como profesionales y no como prima donnas. Y si para ello hay que prescindir de unas cuantas estrellas, adelante.

El caso es que el problema actual del Real Madrid no es la suerte, aunque pueda parecerlo por la cantidad de ocasiones falladas en el último partido. Es un problema estructural y de base, además de falta de profesionalidad. Y arreglar esto requiere muchos cambios. Esperemos que éstos empiecen por  el cese fulminante de Ancelotti, que si tuviera algo de vergüenza habría imitado al seleccionador de su país en el último mundial. Pero, de momento, habrá que esperar acontecimientos.

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