Miércoles de Champions. El campeón, el Real Madrid, continúa su defensa del título, ahora en octavos de final. El rival, el Nápoles. En el recuerdo, la Quinta del Buitre doblegando al mejor jugador de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, con permiso de Di Stéfano y Pelé. En aquella ocasión también se jugó la ida en el Bernabéu y la ventaja fue idéntica, por dos goles, con la salvedad de que los napolitanos no marcaron en la capital española. La vuelta fue complicada, este año se espera también un partido trampa, pero a tenor de lo visto esta noche, el actual Real Madrid, lo mismo que el de Butragueño, Michel y compañía, es muy superior al equipo italiano.
Los blancos han empezado en plan campeón, con siete intensos minutos en los que han arrollado a su rival. A destacar una clarísima oportunidad de Benzema, desbaratada in extremis por el puño de Pepe Reina. Pero el fútbol es caprichoso y, cuando parecía que el gol del Real Madrid estaba cantado, ha llegado el gol visitante, en una rápida acción en el centro del campo, que ha terminado con un gol de pillo de Insigne, que ha visto descolocado a Navas y, desde más de treinta metros, ha ajustado suavemente el balón al palo derecho. Keylor lleva un año irregular. Contra Osasuna, en liga, estuvo formidable, pero hoy ha generado bastantes dudas, nada que ver con su fantástica temporada del año pasado. Idéntica situación lleva Sergio Ramos, héroe en otras ocasiones, hoy se ha vestido de "canelita".
Los siguientes minutos han sido desconcertantes. El Real Madrid ha sentido el gol y el Nápoles trataba de hacer daño con diagonales que buscaban al exmadridista Callejón, que se movía perfectamente a la espalda de Ramos y Marcelo. Pero he aquí que ha llegado el empate blanco: Carvajal, emulando al mejor pasador desde la banda que ha existido, el gran Michel, ha enviado un centro de rosca milimétrico a Benzema, superando por escasos centímetros a otro exmadridista, el central Albiol, para batir de cabeza a Pepe Reina. Un gran gol que reivindicaba el buen partido del galo.
Y es que Benzema se ha movido hoy como pez en el agua. Aparecía entre líneas, por sorpresa, llegaba al remate, se dejaba caer a banda, generaba ocasiones a sus compañeros. ¿Por qué no jugará siempre así? Creo que sólo él lo sabe. Lástima que la falta de puntería le haya privado de un más que merecido hat-trick. Pero esto es fútbol, es Champions y hay que afinar más.
Se ha llegado al descanso con un empate a 1 que, tras la exhibición en plan rodillo blanca, se antojaba muy corto. Sin embargo, la segunda mitad ha comenzado con muchas dudas. El Nápoles tenía el balón y creaba problemas a los locales. Aunque ha sido un espejismo porque pasados tres minutos de la reanudación, Cristiano Ronaldo, que hoy ha jugado mucho más pegado a banda que como nueve, ha completado una espectacular jugada por banda derecha, la cual ha terminado con un pase hacia atrás a Toni Kroos, quien ha superado a Reina con un sutil remate a contrarié, ante el que el guardameta español nada ha podido hacer.
El público enloquecía, completamente dentro del partido (se nota la presencia de peñas, nada que ver con los partidos de liga). Olía a una de esas grandes noches, pero el físico ha empezado a azotar a ambos equipos. El Nápoles ha podido hacer daño al Real Madrid a la contra con un par de ocasiones muy peligrosas, pero también le ha fallado la puntería. Y los locales, continuaban creando ocasiones, algunas muy claras como una al palo de Benzema. Pero el marcador no se movía.
Hasta que por fin, Casemiro, en un voleón espectacular desde fuera del área, ha logrado el 3-1 final, en el que sin duda ha sido el gol de la noche.
La conclusión del encuentro es que el Real Madrid es muy superior a este Nápoles. En cuanto los blancos apretaban, los napolitanos sentían los golpes. De hecho, la sensación generalizada es que, aunque el resultado es bueno, los blancos deberían haber sentenciado la eliminatoria, dada la gran cantidad de ocasiones que han generado, hasta veinte, por ocho de los visitantes.
Me gustaría destacar otra faceta: los córners. En su mayoría, el Real Madrid ha superado al Nápoles en los saques de esquina con todo un compendio de jugadas ensayadas. Lamentablemente ninguno de ellos ha terminado en gol.
Por otro lado, comentar que James ha tenido cierta presencia en la primera parte, aunque se le ha agotado toda la gasolina durante esos cuarenta y cinco minutos. Ha sorprendido su inclusión en el once titular, pero ciertamente no ha desentonado.
Así pues, optimismo para los madridistas en cuanto a superar esta eliminatoria. No hacerlo sería una terrible sorpresa, pero esto es fútbol y conviene no dar nada por supuesto.
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