El Real Madrid empata a 2 contra el Valencia,
en la segunda jornada de liga, en el primer partido
de esta temporada disputado en el Santiago Bernabéu,
ofreciendo dudas en defensa y delantera.
Siempre se ha dicho que todos los amantes del fútbol llevamos un entrenador dentro. Así pues, si yo fuera Mister de un equipo de fútbol, para mí, la palabra más importante sería "equilibrio". La razón es muy simple: hay que conjuntar a once profesionales para que logren un objetivo. Creo que lograr esto es lo más difícil y Zinedine Zidane lo consiguió, algo que para mí es mucho más importante que cualquiera de los títulos de su era. Sin embargo, anoche, por diversas circunstancias, dejó de ser fiel a sus principios.
Zizou tocó la zona más importante de este equipo, la medular, a causa de un problema en defensa. En mi opinión el fútbol es algo muy simple: si algo funciona, no lo toques, y si quieres ponerte a experimentar, hazlo con gaseosa. Pero al héroe de la Novena le dio uno de esos ataques de entrenador y, a causa de no poder contar con Ramos y Varane como pareja de centrales, situó en dicha demarcación al polivalente Nacho y a Casemiro. Al hacerlo, descompensó el centro del campo y, además, continuó con una defensa bastante inoperante. Casemiro, Kroos y Modric es el eje de este Real Madrid. Cierto que no podrán jugar todos los partidos, pero ayer no tenía por qué haber tocado este magnífico trío, cuando, en su plantilla, cuenta con Marcos Llorente, futbolista que tiene experiencia jugando como central.
Para salvaguardar un equilibrio, los cambios que se efectúen, independientemente de los motivos, deben ir en consonancia con el modelo del equipo. Así las cosas, la incorporación de Llorente no habría dañado el sistema Zidane. Y yo me pregunto: ¿tendrá el Real Madrid una plantilla corta, a pesar de contar con tantos y tan grandes jugadores? Investiguemos un poco.
Siguiendo la línea trazada de mantener un equilibrio, pensemos en una fórmula matemática sencilla: para mantener lo que hay, si algo sale, algo deberá entrar. El central Pepe ha abandonado la disciplina del Real Madrid, pero en su lugar, no se ha traído a nadie. Pensábamos que Llorente podía ser el suplente de Casemiro y central ocasional, pero ayer Zidane dejó claro que no contempla esta posibilidad. Entonces, ¿de verdad piensa ZZ afrontar toda la temporada con sólo tres centrales? Y qué centrales, porque Varane tiende a lesionarse y Sergio Ramos a auto expulsarse. Hemos incorporado laterales, pero si la defensa falla por el centro, lo tendremos complicado. Y ayer, ante la ausencia de Ramos y Varane, falló. Ése es un problema que requiere una solución inmediata; resulta inconcebible que no esté ya resuelto.
El otro problema es la falta de gol. El año pasado, antes de afrontar el último y decisivo tramo de la temporada, se me ocurrió decir que a nuestro equipo le faltaba gol. Recibí un aluvión de críticas, sobre todo cuando derrotamos en la final por 4-1 al mejor equipo defensivo del campeonato, la Juventus de Turín. Pero analicemos esto. La pasada fue la primera temporada en la que Cristiano Ronaldo entró en las rotaciones y descansó en varios partidos. De esta manera, llegó muy fresco a los partidos importantes, marcando diez goles entre cuartos, semifinales y final de Champions, a equipos que, normalmente, es difícil hacerles un gol, como Atlético de Madrid, Bayern de Múnich y la Juve. Si CR tuvo la oportunidad de descansar fue porque el Real Madrid contaba por Morata. No soy muy fan del canterano, de hecho aplaudo al mago que ha logrado venderlo por 80 millones, pero considero que es perfectamente capaz de cumplir la función de suplente de CR7. ¿Sabéis quién estaba perfectamente capacitado para esta misma tarea? Mariano. Pero por causas desconocidas para mí, el ariete fue vendido al Lyon. Y ahora nos encontramos con que, para esta temporada (a menos que ne los próximos tres días haya sorpresa) los dos delanteros centro del Real Madrid son Cristiano y Borja Mayoral. Ayer no jugó Cristiano, pero Mayoral no salió de titular. De ello infiero que Zidane no cuenta demasiado con él. Y ya estamos rompiendo el equilibrio, porque si estás habituado a jugar con un ariete, lo lógico es sustituir pieza por pieza cuando el titular no juega. Pero Mayoral entró los últimos diez minutos. ¿Va a tener Cristiano las mismas oportunidades para descansar que la temporada pasada? A tenor de lo visto, parece que no.
Afrontamos la temporada con un central menos y un delantero menos que la pasada campaña y ya, en la segunda jornada, tenemos problemas. Eso denota un fallo de previsiones grave.
Otro punto a tratar es el de los experimentos. ¿Por qué los entrenadores se vuelven locos cuando no pueden utilizar su once de gala? Es muy sencillo. La medular dominante en el Real Madrid es, como ya he comentado, Casemiro, Kroos y Modric. El sustituto natural de Casemiro es Llorente, no Kovacic, porque éste no es pivote. Kova puede suplir a Kroos y Modric, pero como pivote, tiene carencias. Ciertamente, jugando en ese puesto, controló a Messi en el doble enfrentamiento contra el Barcelona de la Supercopa, pero eso fueron dos partidos concretos, contra un rival concreto, con unas características concretas. No es aplicable a toda la temporada, como se pudo comprobar ayer.
Por último, me gustaría hacer referencia al mal uso de algunos de nuestros activos, especialmente Gareth Bale. A muchos de los que ayer le silbaban en el Bernabéu me gustaría haberles preguntado que harían ellos si dejaran sus actuales puestos de trabajo por otros que no supieran desempeñar. Seguramente les habría ocurrido lo mismo que al galés. Hagamos memoria. ¿Cuál ha sido el mejor período de Bale en el Real Madrid? La segunda vuelta de hace dos temporadas. El Real Madrid se puso en modo remontada y a punto estuvo de conquistar aquella liga. Y el artífice fue Bale, que se hartó a marcar goles y a dar asistencias. ¿Cómo fue esto posible? Jugó como falso delantero, con libertad de movimientos y mucho espacio para correr. Normalmente Bale, por la derecha, es nulo. Sin embargo, si entra por ese lado, por sorpresa, puede hacer mucho daño disparando con su formidable zurda, en diagonal hacia portería o bien centro-chut. Eso es posible cuando viene desde atrás y llega hasta el área por cualquier zona posible. Pero si juega como ayer, recibiendo siempre de espaldas a la portería, en el pico derecho del área, Bale queda anulado. Los futbolistas deben jugar a lo que saben y Bale no es un ariete. Tampoco lo es Benzema, como ilustran todos los goles, algunos de ellos cantados, que erró en la noche de ayer. No me quiero extender con el galo, porque es uno de los mayores vividores que ha pasado por el club. Son ya demasiados años viendo cómo su jugada favorita es incurrir en el fuera de juego. De vez en cuando hace un partidazo, como en la última eliminatoria en Champions contra el Atlético de Madrid, y con eso justifica la temporada. No me sirve un jugador así, lo digo ahora y lo vengo diciendo desde que lo fichamos.
En resumen, volvemos a las andadas. Muchos y muy buenos futbolistas, pero algunas posiciones no están del todo cubiertas. Eso lleva a experimentar cuando hay bajas, lo que nos deja en manos de individualidades. Ayer fue el gran Marco Asensio, que o mucho me equivoco, o va a ser uno de esos jugadores de los que marcan época. Pero es malo depender de estas cosas. En baloncesto pasó lo mismo, porque la Llull-dependencia nos abocó al desastre del año pasado. No quiero volver a los tiempos en los que ganábamos porque Casillas era imbatible y Ronaldo Nazario siempre cazaba alguna. Tampoco a los tiempos en los que, si Cristiano bajaba el rendimiento, el equipo no hacía goles. La temporada pasada fue ejemplar. Deberíamos continuar esa senda. Pero sin recambio para Cristiano y con sólo tres centrales, me temo que vamos a tener problemas.