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Lo intentó Mateu Lahoz, pero si el Real Madrid juega siempre como anoche, ni todos los Undianos Mallencos y Clos Gómez juntos podrán evitar sus victorias.
El Real Madrid puso el fútbol y el Atlético el autobús. La superioridad fue tal, que de no ser por la feliz noche de De Gea, el resultado final habría sido una completa masacre.
El Atlético sólo hizo dos contras y las dos ilegales: la primera acabó en gol (fuera de juego del Kun) y la segunda contra el poste (mano del Kun). Además hubo un penalti muy claro sobre Khedira (como el tipo es muy grandote, entre dos defensas atléticos lo tiraron al suelo en un córner) y, aunque la práctica totalidad del partido se jugó cerca del área visitante, curiosamente no se señaló ninguna falta cerca de la meta de De Gea. ¡Qué cosas!
Aplauden a Mateu Lahoz y yo me pregunto por qué. Pita exactamente igual que Webb, el de la final del Mundial. ¿Cómo es su método? Directamente no pitan, con lo que favorecen al infractor. Si juegas un partido y sabes que el árbitro no va a pitar ni la mitad de faltas que cometas, pues nada, inflas al rival a patadas y a correr. Una vergüenza.
Claman los atléticos por una falta de Marcelo en el segundo gol. Os insto a ver la repetición: el lateral gana limpiamente el balón metiendo la punta del pie izquierdo. Se quejan también de un penalti al Kun: lo mismo, ved las repeticiones, porque merece la misma tarjeta amarilla que recibió Di María justo después, por hacer una piscina. Luego piden roja para Cristiano, pero no hablan de la acción que sufrió por detrás (eso sí está estipulado en el reglamento) por parte de un defensor rival, que no tenía opción de llegar al balón y simplemente fue a cazarle. Por cierto, Cristiano terminó cojeando de su tobillo malo, aunque de eso tampoco hablarán en las crónicas.
Y terminamos ya con la que dicen "mejor afición del mundo" abucheando un minuto de silencio en homenaje a Juanito Navarro (no respetar el fallecimiento de una persona es incalificable) y la acción más bochornosa que recuerdo en los últimos tiempos: el Real Madrid envía el balón fuera, en lo que parecía una jugada peligrosa (Kaká llevaba el balón controlado cerca del área rojiblanca) para que el Kun fuese atendido. En la reanudación, el Atlético no devolvió el balón a los blancos. Y eso que hasta su entrenador, Quique, les gritaba que lo tenían que devolver.
En fin, así es el Atlético de Madrid y así, así gana el Madrid. El jueves día veinte, la vuelta.
Lo intentó Mateu Lahoz, pero si el Real Madrid juega siempre como anoche, ni todos los Undianos Mallencos y Clos Gómez juntos podrán evitar sus victorias.
El Real Madrid puso el fútbol y el Atlético el autobús. La superioridad fue tal, que de no ser por la feliz noche de De Gea, el resultado final habría sido una completa masacre.
El Atlético sólo hizo dos contras y las dos ilegales: la primera acabó en gol (fuera de juego del Kun) y la segunda contra el poste (mano del Kun). Además hubo un penalti muy claro sobre Khedira (como el tipo es muy grandote, entre dos defensas atléticos lo tiraron al suelo en un córner) y, aunque la práctica totalidad del partido se jugó cerca del área visitante, curiosamente no se señaló ninguna falta cerca de la meta de De Gea. ¡Qué cosas!
Aplauden a Mateu Lahoz y yo me pregunto por qué. Pita exactamente igual que Webb, el de la final del Mundial. ¿Cómo es su método? Directamente no pitan, con lo que favorecen al infractor. Si juegas un partido y sabes que el árbitro no va a pitar ni la mitad de faltas que cometas, pues nada, inflas al rival a patadas y a correr. Una vergüenza.
Claman los atléticos por una falta de Marcelo en el segundo gol. Os insto a ver la repetición: el lateral gana limpiamente el balón metiendo la punta del pie izquierdo. Se quejan también de un penalti al Kun: lo mismo, ved las repeticiones, porque merece la misma tarjeta amarilla que recibió Di María justo después, por hacer una piscina. Luego piden roja para Cristiano, pero no hablan de la acción que sufrió por detrás (eso sí está estipulado en el reglamento) por parte de un defensor rival, que no tenía opción de llegar al balón y simplemente fue a cazarle. Por cierto, Cristiano terminó cojeando de su tobillo malo, aunque de eso tampoco hablarán en las crónicas.
Y terminamos ya con la que dicen "mejor afición del mundo" abucheando un minuto de silencio en homenaje a Juanito Navarro (no respetar el fallecimiento de una persona es incalificable) y la acción más bochornosa que recuerdo en los últimos tiempos: el Real Madrid envía el balón fuera, en lo que parecía una jugada peligrosa (Kaká llevaba el balón controlado cerca del área rojiblanca) para que el Kun fuese atendido. En la reanudación, el Atlético no devolvió el balón a los blancos. Y eso que hasta su entrenador, Quique, les gritaba que lo tenían que devolver.
En fin, así es el Atlético de Madrid y así, así gana el Madrid. El jueves día veinte, la vuelta.
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