La primera parte del Madrid estuvo acorde con la labor arbitral: PESIMOS. El Madrid mejoro en la segunda pero el bisoño de Pérez Montero fue a menos. Éste no debe de ir a la nevera...tiene que ir directamente al polo norte.
Otro que estuvo rematadamente mal, pésimo, fue el entrenador local, Caparros. Sus manifestaciones tras el encuentro dejan mucho que desear. Debe de hacérselo mirar porque, por todos los equipos que pasó, fue siempre igual: equipos violentos, especialmente cuando enfrente tienen al Madrid. Así era su Sevilla, el Depor, Bilbao y ahora el Mallorca. Les fueron señaladas MÁS DE VEINTE FALTAS, y las que no le señalaron.
Es difícil comenzar con una prioridad de los errores del andaluz. ¿Su permisividad con los locales? ¿Los errores técnicos? No sé a cual darle más prioridad. Me voy a decantar por su permisividad, por no saber parar el juego marrullero local. Baste decir que Cendrós cometió en la primera parte diez faltas sobre CR7. Cada vez que el luso recibía el balón era derribado. Bien con una patada, bien con un agarrón. No fue amonestado. Incomprensible que se fuera a los vestuarios de rositas. Lo sería en la 2ª parte y ahí tendría que irse a las duchas sin terminar el encuentro.
Por fin fue amonestado en el minuto 57. Su entrada sobre CR7 cruzó la línea de lo permitido y no tuvo más remedio que amonestarlo. Realmente debió de ser la segunda. Cinco minutos más tarde le vuelve a perdonar la expulsión. Corta el balón con la mano y, cuando los blancos se disponían a sacar rápido, desplazó el esférico. Tampoco fue amonestado, como tampoco fue amonestado en el minuto 75 cuando CR7 ya lo había rebasado y no dudo en agarrarlo y derribarlo. Si señaló la falta pero nuevamente le perdono la amonestación.
Otros tres jugadores que bien pudieron irse antes de tiempo a los vestuarios, fueron Cáceres, Castro y Alfaro. El primero agarro y derribo a Callejón cuando este se iba tras hacerle un sombrero. Sí señaló la falta pero le perdonó la tarjeta amarilla. Era el minuto 33. En el minuto 43 zancadilleó a Özil cuando éste se le marchaba tras regatearlo. Pitó la falta pero le perdonó la amonestación y, por consiguiente, la expulsión.
Castro entro muy fuerte por detrás a Callejón, minuto 82, sin estar a distancia de jugar el balón. Señaló la falta y le mostró la cartulina amarilla pero bien pudo ser roja directa. La acción de Alfaro sobre Callejón, le dio un plantillazo en el empeine sin venir a cuento y de forma intencionada, porque el canterano blanco le había robado el balón y se disponía a despejar. La entrada fue muy fea y pudo causar mucho daño a Callejón. Señaló la falta pero ni amarilla le mostró.
Otra acción que me dejó dudas fue la de Hemed con Marcelo en el minuto 10. Marcelo entró fuerte al israelí y quedó tendido en el suelo, momento que aprovecho el local para soltarle una patada en la cabeza. No pasaron una repetición y, por lo tanto, no quiero ser injusto. Me dio la impresión que fue intencionado y por lo tanto era agresión y expulsión.
Se le reclamaron tres penaltis, dos en el área visitante y uno en la local. El primero deja dudas. Víctor pisó el balón dentro del área y se escurrió, cayendo. Cuando se estaba cayendo da la impresión que Lass lo golpea en la pierna izquierda. Lo cierto es que deja dudas y, si hay dudas, no debe señalarse penalti.
El segundo que reclamaron los locales se ve, claramente, como el balón golpea en el costado a Sergio Ramos y luego le da en la mano al delantero local. Acierto del colegiado en esta ocasión.
El que reclamaron los visitantes en el minuto 57 sí lo hay. Ramis agarra del brazo y traba con las dos piernas a Callejón dentro del área, derribándolo. Como se puede observar en la foto, el penalti no deja dudas. Pérez Montero dudó un momento, buscando la confirmación de su asistente que estaba más próximo. Este no vio nada y continuó la jugada con una contra local que terminó en gol. El otro asistente señaló fuera de juego de Víctor. Partió de campo propio por lo que la acción era legal. Doble error en el haber del trío arbitral.
No terminó ahí la nefasta actuación del colegiado. Todavía le dio para cometer dos errores esperpénticos. En el minuto 55 amonestó al jugador local, Tissone, por retrasar un saque con ánimo de perder tiempo. Cuando estaba anotando la cartulina, el propio jugador sacó la falta. Mandó repetir el saque porque no había dado permiso de efectuarlo, pero no lo amonestó. Debió de hacerlo y expulsarlo. Moraleja: él perdió más tiempo con su acción.
En el segundo todavía se superó. Corría el minuto 80, el resultado era de empate a uno, cuando el balón salió por banda lo que aprovechó el Mallorca para sustituir a Víctor por Martí. Coentrao, que iba a efectuar el saque de banda, espera al cambio y Pérez Montero le muestra la cartulina amarilla por... "retrasar la puesta en juego del balón, con ánimo de perder tiempo”. Como digo, esperpéntico. El Madrid, que se le esfumaban dos puntos decisivos para la consecución de la liga, jugando con dos defensas y con: Higuaín, Benzema, CR7, Özil, Kaká y Callejón en la delantera... perdiendo tiempo.
En el minuto 76 anuló un gol a Sergio Ramos, a instancias de su asistente (el mismo que no quiso ver el penalti a Callejón) que le señaló posición adelantada. Viéndolo varías veces repetido, tengo serias dudas. En caso de duda, como indica la International Board, no debe de señalarse fuera de juego.
Lo que no deja lugar a dudas fue el que le señalaron a Callejón (el canterano estuvo en la mayoría de las acciones comprometidas) en el minuto 12. Cáceres habilitaba al granadino y éste había ganado la espalda a la defensa y se quedaba franco para batir a Dudu Aouate. Quizás el partido hubiera tenido otro cariz muy distinto sin tener que recurrir a la heroica.
No quiero dejar pasar la ocasión de denunciar la persecución de los colegiados al preparador físico del Real Madrid, Rui Faria. Fue amonestado por festejar el segundo gol visitante. Le daría un consejo: que no se resfríe. Si estornuda en el banquillo, lo van amonestar, o expulsar.
Nilo Campo
Socio nº 89.506, del Real Madrid
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