Tras el varapalo de la eliminación en Champions, ante un equipo netamente inferior pero altamente motivado y espoleado por las declaraciones pre-partido, uno no tenía ganas de leer, ni de escuchar nada y mucho menos escribir ni juntar, siquiera, dos letras para manifestar mi opinión sobre las tres labores arbitrales, correspondientes a los últimos tres encuentros.
Por orden cronológico, decir que, a quien yo más temía, fue el mejor de los tres. Cosa extraña en el anti-madridista de Iturralde, pero de ley es reconocer que, dentro de la tónica general del encuentro, no estuvo acertado en algunas decisiones, pero no nos perjudicó como para que el encuentro tuviera un resultado final adverso.
En las medidas disciplinarias estuvo equitativo y trató de medir a los dos equipos por el mismo rasero, que eso ya es mucho para como se las gasta con los jugadores blancos. Baste decir que en el minuto 38 señaló la falta cometida por Arbeloa y que debió amonestarle, lo que significaba su segunda amarilla y su expulsión. Claramente benefició al Madrid o, si se quiere, perjudicó al Sevilla. En lo estrictamente técnico, no vio, o no quiso ver un penalti cometido sobre Kaká, como tampoco apreció falta en un par de acciones, sobre el mismo jugador, en la frontal del área. En líneas generales, podemos decir que quedé satisfecho con su quehacer y disipó las grandes dudas, y temores, que le tenía.
El segundo arbitraje pendiente, el de la eliminación de la Champions, cumplió con lo que yo me esperaba del mal colegiado italiano. Permitió el juego duro de los franceses y a los jugadores locales, no les pasó ni una. Varios jugadores visitantes fueron “indultados” por Rizzolli. En el minuto 7, la entrada de Toulalan sobre CR9 era, claramente, merecedora de amonestación. Este jugador, que a la postre fue el mejor de su equipo, habría quedado condicionado en su juego.
También le perdono la amonestación a Gavou, en el minuto 44, por la falta cometida sobre Guti. Tampoco amonestó a Revelliere, minuto 50, por el agarrón a CR9, solamente señaló la falta. Otro que se salvó fue Cris, minuto 58, por la falta que cometió sobre Higuaín, ni amonestó a Gonalons, minuto 64, por su entrada sobre CR9.
Por orden cronológico, decir que, a quien yo más temía, fue el mejor de los tres. Cosa extraña en el anti-madridista de Iturralde, pero de ley es reconocer que, dentro de la tónica general del encuentro, no estuvo acertado en algunas decisiones, pero no nos perjudicó como para que el encuentro tuviera un resultado final adverso.
En las medidas disciplinarias estuvo equitativo y trató de medir a los dos equipos por el mismo rasero, que eso ya es mucho para como se las gasta con los jugadores blancos. Baste decir que en el minuto 38 señaló la falta cometida por Arbeloa y que debió amonestarle, lo que significaba su segunda amarilla y su expulsión. Claramente benefició al Madrid o, si se quiere, perjudicó al Sevilla. En lo estrictamente técnico, no vio, o no quiso ver un penalti cometido sobre Kaká, como tampoco apreció falta en un par de acciones, sobre el mismo jugador, en la frontal del área. En líneas generales, podemos decir que quedé satisfecho con su quehacer y disipó las grandes dudas, y temores, que le tenía.
El segundo arbitraje pendiente, el de la eliminación de la Champions, cumplió con lo que yo me esperaba del mal colegiado italiano. Permitió el juego duro de los franceses y a los jugadores locales, no les pasó ni una. Varios jugadores visitantes fueron “indultados” por Rizzolli. En el minuto 7, la entrada de Toulalan sobre CR9 era, claramente, merecedora de amonestación. Este jugador, que a la postre fue el mejor de su equipo, habría quedado condicionado en su juego.
También le perdono la amonestación a Gavou, en el minuto 44, por la falta cometida sobre Guti. Tampoco amonestó a Revelliere, minuto 50, por el agarrón a CR9, solamente señaló la falta. Otro que se salvó fue Cris, minuto 58, por la falta que cometió sobre Higuaín, ni amonestó a Gonalons, minuto 64, por su entrada sobre CR9.
Pero su error, si cabe, más grave, fue no señalar el claro penalti cometido sobre Higuaín, minuto 37, por Sisokho (le agarra del hombro) y Boumsong que le desplaza, metiéndole la cadera, y derriba dentro del área. La tendencia arbitral, en Europa, al caserismo se rompe cuando juega el Madrid de local, o el Barça de visitante, lo que confirma que el "Villarato" (por algo Villar es el máximo responsable del colectivo arbitral de UEFA) se ha trasladado a Europa.
La labor arbitral de Mejuto, en Valladolid, rozó lo esperpéntico. Un colegiado de su categoría y con la experiencia acumulada en primera división e internacionalmente, nunca debió permitir la agresividad, sobrepasando en muchos casos la violencia. Varios jugadores locales debieron irse a las duchas en la primera mitad del encuentro. Pero, lo que más coraje me da es las declaraciones post-partido de su presidente, entrenador y jugadores implicados. Y, lo que aun es más grave, siendo refrendados por el Comité de Disciplina (mejor INDISCIPLINA) al no haber tomado cartas en el asunto. Nada que se le parezca a lo que se lleva en la "Premiere League" inglesa (para mí la mejor liga) e incluso en la "Ligue" italiana. Así nos va.
Voy a discernir las dos jugadas que, claramente, perjudicaron al equipo pucelano. En las dos acciones los dos mismos protagonistas, Sergio Ramos y Nauzet. La primera, minuto 3, Sergio Ramos trata de despejar al balón y Nauzet se le adelanta, Sergio impacta con el muslo del vallisoletano dentro del área. Para mi es penalti. La segunda acción, está mucho más clara, minuto 52, al cortar el centro de Nauzet, dentro del área, Sergio Ramos con la mano extendida. No tiene discusión. También fue perjudicado el Valladolid, minuto 2, al señalar fuera de juego de D. Costa cuando se quedaba solo: Arbeloa habilitaba al jugador local.
Visto así puede parecer que Mejuto benefició al Real Madrid y que le regalo los tres puntos, nada más lejos de la realidad, el perjudicado, vilipendiado, avasallado y ultrajado fue el equipo de la capital. Fue un autentico milagro el que CR9 no saliera lesionado, incluso algún otro jugador. Hacía mucho tiempo en el que mis ojos no presenciaban tanta violencia por parte de un equipo y que terminaran los once jugadores.
Un instante antes del penalti cometido por Sergio Ramos, una entrada cometida por un defensor local, Arzo -creo- era merecedora de amonestación, incluso, aplicando el reglamento, expulsión. Tampoco fue amonestado Arzo, minuto 21, por la entrada que cometió sobre Van der Vaart (que ocasión tuvo ayer, en el programa Punto Pelota, para pedir disculpas o estarse calladito. Ni lo uno ni lo otro, cargó contra el ultrajado). En el minuto 23 la caza sobre el jugador luso, CR9, continuaba y Mejuto tampoco entendió que fuera merecedor de amonestación el jugador local. Pero en el minuto 29 fue cometida otra falta sobre Ronaldo, merecedora también de amonestación, que Mejuto paso por alto no pitando nada. El culmen máximo, minuto 42, fue lo del “jugador” (no merece el brasileño ser nombrado como tal) Nivaldo que no satisfecho con atizarle una patada y derribar a CR9, no se cortó un pelo y lo pisó en la tibia, buscando, claramente, lesionarlo (sus declaraciones post-partido demuestran la calaña de este tipo. En la primera vuelta ya se despachó a gusto en el Bernabéu). Es tal su desfachatez que no se le ocurre mejor idea que manifestar que Cristiano debió ser expulsado.
La labor arbitral de Mejuto, en Valladolid, rozó lo esperpéntico. Un colegiado de su categoría y con la experiencia acumulada en primera división e internacionalmente, nunca debió permitir la agresividad, sobrepasando en muchos casos la violencia. Varios jugadores locales debieron irse a las duchas en la primera mitad del encuentro. Pero, lo que más coraje me da es las declaraciones post-partido de su presidente, entrenador y jugadores implicados. Y, lo que aun es más grave, siendo refrendados por el Comité de Disciplina (mejor INDISCIPLINA) al no haber tomado cartas en el asunto. Nada que se le parezca a lo que se lleva en la "Premiere League" inglesa (para mí la mejor liga) e incluso en la "Ligue" italiana. Así nos va.
Voy a discernir las dos jugadas que, claramente, perjudicaron al equipo pucelano. En las dos acciones los dos mismos protagonistas, Sergio Ramos y Nauzet. La primera, minuto 3, Sergio Ramos trata de despejar al balón y Nauzet se le adelanta, Sergio impacta con el muslo del vallisoletano dentro del área. Para mi es penalti. La segunda acción, está mucho más clara, minuto 52, al cortar el centro de Nauzet, dentro del área, Sergio Ramos con la mano extendida. No tiene discusión. También fue perjudicado el Valladolid, minuto 2, al señalar fuera de juego de D. Costa cuando se quedaba solo: Arbeloa habilitaba al jugador local.
Visto así puede parecer que Mejuto benefició al Real Madrid y que le regalo los tres puntos, nada más lejos de la realidad, el perjudicado, vilipendiado, avasallado y ultrajado fue el equipo de la capital. Fue un autentico milagro el que CR9 no saliera lesionado, incluso algún otro jugador. Hacía mucho tiempo en el que mis ojos no presenciaban tanta violencia por parte de un equipo y que terminaran los once jugadores.
Un instante antes del penalti cometido por Sergio Ramos, una entrada cometida por un defensor local, Arzo -creo- era merecedora de amonestación, incluso, aplicando el reglamento, expulsión. Tampoco fue amonestado Arzo, minuto 21, por la entrada que cometió sobre Van der Vaart (que ocasión tuvo ayer, en el programa Punto Pelota, para pedir disculpas o estarse calladito. Ni lo uno ni lo otro, cargó contra el ultrajado). En el minuto 23 la caza sobre el jugador luso, CR9, continuaba y Mejuto tampoco entendió que fuera merecedor de amonestación el jugador local. Pero en el minuto 29 fue cometida otra falta sobre Ronaldo, merecedora también de amonestación, que Mejuto paso por alto no pitando nada. El culmen máximo, minuto 42, fue lo del “jugador” (no merece el brasileño ser nombrado como tal) Nivaldo que no satisfecho con atizarle una patada y derribar a CR9, no se cortó un pelo y lo pisó en la tibia, buscando, claramente, lesionarlo (sus declaraciones post-partido demuestran la calaña de este tipo. En la primera vuelta ya se despachó a gusto en el Bernabéu). Es tal su desfachatez que no se le ocurre mejor idea que manifestar que Cristiano debió ser expulsado.
La segunda parte se calmó un poco, aunque la entrada cometida por Nauzet sobre Sergio Ramos, otra vez los dos protagonistas, era merecedora de, como mínimo, tarjeta amarilla. Ni eso. Un detalle de la segunda parte, por curioso y por insólito, fue protagonizado por Arzo (cazado infraganti por el fotógrafo de AS) al agarrar, por detrás como hacen los cobardes, los testículos de Guti.
Alguien tendrá que tomar, y muy seriamente, cartas en el asunto, que se aprecia con total claridad la caza y captura sobre Cristiano Ronaldo y que, de seguir esto por los mismos derroteros, algún día lamentaremos muy gravemente. Los agresores futbolísticos gozan de total impunidad y en su descargo no tienen mejor idea que decir que el portugués es un provocador. Claro, CR9, no escupe al rival, como hace otro que todos sabemos (Me...), y por eso es un provocador.
Quiero finalizar recomendándole al presidente, entrenador y jugadores del Valladolid, que procuren aprender a jugar al fútbol, que de continuar por esos derroteros, irremediablemente se irán a segunda (cosa que me alegraría casi tanto como si los que descendieran fueran el Barcelona y el Deportivo).
Quiero, también, dar las gracias a Paulino por animarme a ver el video, que colgó en el Blog, de la intervención en Punto Pelota de nuestro amigo Tomás Roncero. Me fue de gran ayuda para salir de la, llamémosla así, depresión en mi madridismo. Estaba convencido de que quedaríamos eliminados en octavos, tras lo visto en el partido de ida, pero mi corazón blanco me decía que lo superaríamos.
Alguien tendrá que tomar, y muy seriamente, cartas en el asunto, que se aprecia con total claridad la caza y captura sobre Cristiano Ronaldo y que, de seguir esto por los mismos derroteros, algún día lamentaremos muy gravemente. Los agresores futbolísticos gozan de total impunidad y en su descargo no tienen mejor idea que decir que el portugués es un provocador. Claro, CR9, no escupe al rival, como hace otro que todos sabemos (Me...), y por eso es un provocador.
Quiero finalizar recomendándole al presidente, entrenador y jugadores del Valladolid, que procuren aprender a jugar al fútbol, que de continuar por esos derroteros, irremediablemente se irán a segunda (cosa que me alegraría casi tanto como si los que descendieran fueran el Barcelona y el Deportivo).
Quiero, también, dar las gracias a Paulino por animarme a ver el video, que colgó en el Blog, de la intervención en Punto Pelota de nuestro amigo Tomás Roncero. Me fue de gran ayuda para salir de la, llamémosla así, depresión en mi madridismo. Estaba convencido de que quedaríamos eliminados en octavos, tras lo visto en el partido de ida, pero mi corazón blanco me decía que lo superaríamos.
Nilo Campo Santos
Socio nº 89.506, del Real Madrid
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